Jamás voy a fallarte y haré renacer con un soplido
la esperanza que creias haber perdido,
seré yo quien confié en tus momentos de debilidad,
te abrazaré a través de viento y las gotas de lluvia serán tu consuelo,
creeré por ti mientras tu no puedas o no quieras hacerlo,
tengo una encomienda que solo te he encargado a ti
desde mucho antes de haber nacido...
Mi voz serán los latidos de tu corazón,
la sangre que sientes correr por tus venas serán ese motor,
poco a poco haré crecer tu fe en mi,
en mi bendición y en los planes maravillosos que aún te esperan por vivir.
Entiendo que desesperes,
el tiempo es para ti importante y a veces demasiado lento;
pero esa recompensa que ves lejana
es lo que ahora estás recibiendo sin si quiera saberlo,
el reconocer que aun te encuentras aqui para aprender algo,
para seguir disfrutando, para admirar el mundo que te he creado.
No te precipites,
escucha a tu corazon cuando te dice que sigas esperando,
mientras tanto vive soñando,
practica una y otra vez aquello que creas que es para ti necesario,
observa el cielo estrellado,
saborea las delicias de tu tierra,
el olor de la noche llena de cansancio...
Algún día lo prometo,
cuando tu ser se decida a comprometerse conmigo,
con la felicidad y con el servicio...
Algún día verás convertido poco a poco
cada uno de tus sueños en algo real...
Algún día cuando dejes tu vida
en las manos de alguien más experimentado...
Algún día que puedo asegurar,
logro ver acercarse cada vez un poco más....
