A ti que la vida te enseñó que lo importante
era no envejecer por dentro,
que cada que te observaba
una sonrisa siempre me regalabas,
a ti que me enseñaste que ser un buen hombre
era tener principios,
y ser un buen abuelo era amarme sin ningun pero...
A ti que me mostraste que el amor a una mujer
podría durar hasta que fuesen viejos,
valorando de ella su fortaleza
sin llegar a tenerle miedo...
Aquel hombre fuerte como un roble,
y al mismo tiempo sensible como un pétalo,
que lograba reconocer en mi mirada todos mis sentimientos...
El único que guardaba dentro,
la llave para entrar en mi corazón,
aquel hombre al que jamás pude decirle nunca no...
Siempre dispuesta a estar a tu lado,
a pesar de que la única aparente ganancia,
era estar a un costado de esa silueta,
que diariamente me decía en silencio,
lo mucho que era amada...
A ti abuelo que fuiste un excelente ejemplo a seguir,
aquel recuerdo que por siempre me ayudará
a escoger al próximo hombre de mi vida,
por el cual será seguro apostar ...
Te extraño abuelo...
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